Un tazón de tristeza para Leiza


Cada vez que mires una estrella la recordarás


Kochka nació en el Líbano en 1964. En 1976 debió exiliarse junto a su madre (libanesa) y sus hermanos a causa del estallido de la guerra en su país. Su padre, de origen francés, permaneció en el Líbano. Estudió la carrera de Derecho en Francia, donde se graduó en 1989. Su vida cambió cuando se cruzaron en su camino cuatro niños. En 1997 renunció a su trabajo de abogada y comenzó a escribir. Desde entonces, ha publicado más de 40 libros para niños y adolescentes. En 2011 se instaló cerca de Le Mans.


Marie Leghima (París, 1986) es ilustradora y ceramista. Se formó en diversas escuelas de artes, entre las que se cuentan Les Beaux Arts de Lyon. Además de colaborar con diversas editoriales y medios de comunicación, Leghima ha dado clases de dibujo en colaboración con el Museo de Artes Decorativas de París.


Hoy os traigo un libro para trabajar las emociones, en concreto la tristeza. Creo que transmite a la perfección el sentimiento de tristeza cuando perdemos algo. ¿Queréis saber un poco mas sobre el libro?


Leiza es una pequeña muy extrovertida, a su edad no piensa en las consecuencias, y es por ello, por lo que un día desayunando, observa que una pequeña gata está maullando fuera, y decide adoptarla. Sus papás le explican que la gata está bien cuidada y que debe pertenecer a una familia, pero hasta que la encuentren se puede quedar con ellos.

La gatita iba todos los días a casa de Leiza, hasta que un día dejó de ir. Buscando posibles respuestas, Leiza descubre que la dueña ha encontrado a la gatita.


Es bueno que los más peques de forma natural (y no forzada) expresen sus sentimientos, en concreto la tristeza, porque el ser humano, tiende a esconder todos aquellos sentimientos que provoquen vergüenza de cara a sus iguales. Con este libro, podemos hacer ver a los mas peques que llorar en ocasiones vienen muy bien para desahogarnos y sentirnos bien con nosotros mismos.


¿Qué se aprende con este libro?

Gestionar la tristeza, es muy importante que, tanto desde la escuela como en casa, ayudemos a nuestros hijos a gestionar las emociones. En mi opinión, la tristeza es una de las emociones más difíciles de gestionar, y si no se hace correctamente, podemos provocar en los más peques un sentimiento de frustración.

Diferentes emociones, aunque el libro se centre en la tristeza, se puede observar como la pequeña Leiza a lo largo del álbum ilustrado pasa por diferentes emociones, como la euforia/alegría, por conocer a su nuevo amiguito, y la sorpresa, porque el gato no aparece.


El vínculo familiar, me gusta mucho la imaginación y la creatividad que tiene el papá de Leiza a la hora de buscar una solución para gestionar la tristeza, esto hace que, juntos perseveren hasta encontrar la solución, y llega a la conclusión, de que como la gata se llama Estrella, cuando mire una en el cielo, se acordará de la gata.

También observamos la amistad que la niña comienza a tener con la gata, y como ella expresa sus sentimientos poniéndose en su misma situación. Por otro lado, el cuento transcurre nos enseña el cuidado a la naturaleza y a los animales. 


Un tazón de tristeza para Leiza viene presentado con portada de Cartoné dura y consta de 32 páginas. Con respecto al texto, este es sencillo, conciso y en minúsculas, por lo que la lectura es recomendada a partir de 5 años. Aunque como siempre digo, para los peques de 3 años, siempre podemos hacer de nexo nosotros mismos con la lectura.

El libro es impresionante en todos los sentidos, porque tiene una historia muy bonita, que se complementa a la perfección con las maravillosas ilustraciones que se presentan: llenas de vida, con colores vivos y suelen ocupar todas las páginas.


¿Recomiendo el libro? Absolutamente sí. Ya que es una historia maravillosa para trabajar la tristeza, las relaciones familiares y el cuidado de la naturaleza.

Al final del libro podemos observar una serie de recomendaciones para padres para poder ayudar a comprender y a gestionar la tristeza en los más pequeños. Los consejos los proporciona la psicóloga Louison Nielman.




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